Juan
4:23-24 Jesús dice: "Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en
que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad,
porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y
quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad." ¿Qué quiso
decir?
Primero,
debemos entender qué significa Adoración. Uno de los aspectos de la Adoración
en la iglesia es la música (Sal. 100:2), pero la Adoración no se limita
sólo a una canción. Es una respuesta total con nuestras vidas para con nuestro
objetó de adoración. Cuando adoramos de verdad, algo en nuestra manera de vivir
es afectado por esa adoración.
Cuando
adoramos a algo, estamos declarando que ese algo es digno de recibir esa adoración
(Sal. 145:3) La palabra en griego usada para "Adoración"
implica una actitud de reverencia. También incluye actos físicos y gestos como
besar la mano y arrodillarse (Sal. 95:6). Nosotros adoramos a lo
que tiene valor para nosotros, por naturaleza nosotros somos adoradores,
nuestra adoración algunas veces es dirigida a aquello que es digno de ser
adorado como (Dios). En otras ocasiones es mal dirigida (por ejemplo, nuestro
trabajo, nuestras cuentas de banco, la moda o un modelo político).
La
adoración es la manera como respondemos con nuestra vida de acuerdo al objeto
que adoramos, cuando nosotros adoramos a Dios, lo adoramos por lo que él es (Sal.
52:9). Nuestras actitudes y acciones reflejan que creemos que Dios es digno
de Alabanza y Adoración por su carácter y conducta. Nuestra Adoración es
demostrada en canciones, enseñanza, actos de bondad, gratitud, pensamientos puros
entre otros.
Debemos
entender que significa adorar en Espíritu y en Verdad. Es muy importante ver
que esto tiene lugar simultáneamente, nosotros no adoramos en Espíritu un
momento y en otro momento en Verdad. Los dos son al mismo tiempo.
Nuestro
espíritu es la esencia de lo que somos. Es el centro de nuestra voluntad y
emociones. También sabemos que Dios es un ser espiritual. Entonces, adorar en
espíritu es algo que sobrepasa lo físico. Nosotros no adoramos solamente
arrodillándonos, lo hacemos a través de la disposición del corazón (Sal.
51:17). Nuestra adoración está alineada con la adoración que está tomando
lugar en el cielo (Sal. 148:1-2; Apo. 4:8).
Adorar
en verdad, significa que adoramos basados en la verdad (mirar Rom:10:2).
La razón por la cual Dios recibe adoración, es por lo que él es y por lo que él
ha hecho. También nos muestra la realidad de nuestra adoración, cuando aún en
dificultades lo adoramos. Cuando nosotros le damos adoración a Dios no
significa que nos olvidamos de nuestro dolor ya que conocemos la verdad de
quién es él. También lo hacemos en circunstancias felices. La verdad en esencia
es adoración; Nosotros adoramos a Dios cuando declaramos la verdad.
Adorar
a Dios en espíritu y en verdad, es declarar que Dios es digno de recibir
nuestra reverencia. Y la realizamos en la esencia de lo emocional y a la luz de
la realidad. Adoramos a Dios basados en estas verdades: en la verdad de lo que
Dios es, en la verdad de lo que nosotros somos, en la verdad de lo que Dios ha
hecho, y en la verdad de lo que está pasando en nuestras vidas. Adoramos con un
corazón inclinado y en y en sumisión a Dios. Adoramos a Dios cuando nuestros
actos, actitudes y palabras declaran que él es digno de recibir esa gloria. Cantaban
con todas sus fuerzas: ¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de
recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria
y la alabanza! Apocalipsis 5:12
Salmos
100:2 2 adoren al Señor con regocijo. Preséntense ante él con cánticos de júbilo.
Salmos
145:3 3 Grande es el Señor, y digno de toda alabanza;
su grandeza es insondable.
Salmos
95:6 6 Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla
ante el Señor nuestro Hacedor.
Salmos
52:9 9 En todo tiempo te alabaré por tus obras; en ti
pondré mi esperanza en presencia de tus fieles, porque tu nombre es bueno.
Salmos
51:17 17 El sacrificio que te agrada es un
espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y
arrepentido.
Salmos
148:1-2 1 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alaben al Señor desde los cielos,
alábenlo desde las alturas. 2 Alábenlo, todos sus
ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos.
Apocalipsis
4:8 8 Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto
de ojos, por encima y por debajo de las alas. Y día y noche repetían sin cesar:
Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha
de venir.
Romanos
10:2 2 Puedo declarar en favor de ellos que
muestran celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento.
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